La actividad consistía en quitarse un zapato/zapatilla colocarlo en un motón y, con los ojos tapados, encontrarlo entre los de todos los compañeros.
En principio fue programada para la presentación de una ficha en la que se trabajaban diferentes prendas de vestir. Pero detrás de esta actividad hay otros propósitos:
- A los niños les cuesta mucho confiar en alguien cuando no pueden controlar lo que pasa. En este juego les tapé los ojos para que se dejaran llevar.
- La confianza en sí mismo, en muchas ocasiones, es bastante baja. Durante el juego observé en varias ocasiones que no podían esperar a que les dijéramos si habían acertado o no, simplemente cogían un zapato y se quitaban la venda.
- Y como no, trabajamos la autonomía personal, ellos mismos se debían quitar y poner el zapato. Por cierto, todos aprobaron, excepto los que llevaban cordones, lo cuál es normal.
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